El
milagro de lavar los platos
Una mujer compartió una experiencia única que
le cuso gran satisfacción. Lo curioso es que esta experiencia la vivió mientras
estaba en la cocina lavando los platos. Ella cuenta: “Al terminar de lavar los
platos, comencé a jugar con la espuma que se acumuló en el fondo del fregadero. Suavemente, metí
la mano en ella y saque varias burbujas pequeñas. Al ponerlas a contra luz,
pude ver en cada una diversos colores brillantes como muchos arcoíris en
miniatura”. Tan abstraída estaba en la contemplación de la belleza que había
descubierto en las burbujas de jabón, que en su mente hizo una espontánea
oración: “Padre nuestro que estas en los cielos, gracias. ¡Gracias!
¿Se imagina usted dando gracias a Dios tan solo porque al
lavar los platos puede ver los colores en las burbujas? ¿Se ha percatado alguna
vez siquiera que el jabón forma montañas de burbujas? Nos atrevemos a apostar
que no. Sin embargo, para Boghil Dahl este hecho era impresionante. Su alegría
era genuina y tiene una explicación.
Esta mujer había
sido ciega legalmente durante unos cincuenta años. En su libro “ I wanted to
see “( Yo quería ver), explica: 2 Yo tenía un solo ojo, pero estaba tan lleno
de cicatrices, que solo podía ver a través de un pequeño orificio ubicado en el
izquierdo de mi ojo. Para leer algo, tenía que acercarlo lo más posible a mi
rostro y torcer el ojo totalmente hacia la izquierda”.
AS pesar de esa
condición, Borghil termino dos carreras universitarias, incluyendo aún
especialización en arte de la universidad de Columbia. Muchos años después, se
puso en práctica una nueva técnica quirúrgica y a sus 52 años de le practico
una nueva operación. Con esta nueva intervención pudo ver cuarenta veces más y
mejor que hasta ese momento.
Maravillosamente,
un extraordinario y brillante mundo se habría ante ella. Una de las primeras
experiencias fascinantes que disfruto fueron las burbujas de jabón. Pero aún más
hermoso fue descubrir el colorido que se encierra en ellas cuando el sol puede
pasar sus rayos a través suyo: el espectro multicolor del arcoíris en las
pompas de jabón.
Afortunadamente, muchos no tenemos que vivir ni siquiera una
experiencia traumática para apreciar la vida y disfrutar cada momento. Hay
maneras de cultivar la satisfacción de la vida y de ser personas alegres. Ciertamente,
se debe vivir a plenitud la esencia dela vida. En Juan 10:10 Cristo nos dice: “Yo
he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. No se refiere a la cantidad de niños, sino a llenura, a
plenitud espiritual y calidad. Con nuestra actitud podemos hacer de un momento
algo negativo o positivo, agradable o desagradable, maravilloso o
insignificante….Seamos agradecidos por cada cosa que nos pasa. Primero
agradezcamos a Dios y luego a todos aquellos con quienes, de alguna manera,
compartimos la experiencia de vivir.
Victor
M. Parachín
Dios les bendiga
en este lunes y que sea de bendición, recuerda tu determinas como serán tus días.
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